Empleo
Cuando Teresa Valeriano se puso en contacto conmigo para comunicármelo, la emoción me invadió, por inesperada y porque, aunque siempre suenen los mismos premios, a veces, el que más sentido tiene es aquel que se otorga porque se entiende el proyecto al que se quiere premiar. No he hecho nunca nada en la escena esperando ser premiado, para mí, el premio era poder hacerlo posible. Así que, cuando llegó la noticia, tuve la sensación de que me otorgaban el más importante galardón, tal vez porque esa casa azul creada desde el recuerdo a mis orígenes y el amor a la cultura del y para el pueblo, me hacía pensar que no fue tan descabellado imaginarlo. ¡Cuando haya momentos difíciles, que siempre los habrá, pensaré en este premio y recordaré que alguien, tuvo a bien decirme…” ¡Adelante!, nos ha parecido un proyecto necesario».
Visitar San Clemente para recoger el premio ha sido otro regalo, ver como un pueblo hermoso se vuelca en el teatro y se siente orgulloso de ello, me hace pensar que en cualquier lugar se puede sembrar la afición y disfrute de la cultura como parte de su patrimonio y como mirada de futuro.
La ceremonia fue sencilla y emotiva…con broche teatral final. Antes compartí escena con el resto de galardonados y con Manuel Galiana al que se le otorgó este año el Premio de Honor.
Es imposible pensar que este Premio habría llegado sin la complicidad y trabajo constante de Luis García Grande y Paloma Martín que han estado apoyando el proyecto desde el principio. Y hay que agradecer también que las Instituciones locales y de Diputación hayan creído en este sueño quijotesco. Y como no, a todos los vecinos y vecinas que han estado ahí, atentos a nuestro aterrizaje en sus calles, en su querido pueblo. Y, por último, no puedo olvidarme de todos los artistas generosos que se han acercado al CDR de Mira para dejar su impronta artística y enamorarse un poco también de este rincón conquense.
¡Como se dijo en varios momentos de la noche…Larga vida al teatro!!!…Viva la cultura! porque nos hará más libres.
A San Clemente volveré porque tenemos que soñar ideas en común, los cómicos hemos de seguir recorriendo caminos, recalando en lugares donde, tras un pregón, llegue el teatro a sus plazas y lugares emblemáticos.
Adolfo Simón