De nuevo la generosidad de los vecinos, los encuentros con amigas para soñar proyectos…y jugar a las cocinas, como cuando éramos niños…
Gracias Beni y Luciano…
Que bueno pasar un día en otro pueblo y ver otros paisajes humanos…
Y que rica está la tarta de piña borracha!…
Y en la terraza siguen creciendo las tomateras que nos regaló Chusa…